<$BlogRSDUrl$>

10 de noviembre de 2006

La cortesana y sus jardines.
Por Isolda Dosamantes


Quizás una de las emociones más entrañables del ser humano sea el amor, ese brillo que se ve en el transeúnte por la tarde, esa sonrisa misteriosa, ese asombro, esa pregunta interminable del que vive intensamente es también la incógnita que la poeta Estrella del Valle busca develar en sus versos.
La Cortesana de Dannan es un canto al amor, a su diversidad. En el jardín de la cortesana encontraremos los aromas, los pétalos de colores con que se viste la palabra, los espacios necesarios para que renazca, la esperanza del sueño amoroso, la espera del otro y el sonido como un calidoscopio. Estrella del Valle hace uso de todo su oficio para ofrecernos un poemario en que la apuesta vincula el amor con los espacios míticos, para llevarnos a la creación de nuevos mundos imaginarios.
Estrella del Valle inicia su libro con un canto de olvido “ También de agua se vuelven mis memorias”, en el que el principal hilo conductor será precisamente el elemento líquido, veremos entonces espuma evaporándose, “oleaje de versos”, un “crepitar de nubes”, con esa lluvia de palabras Estrella crea un mundo circular de muerte y nacimiento, de lejanía y reencuentro para formar su primer parte del libro: “Jardín”.
Después del nacimiento que presenciamos en los poemas de la primera parte de La Cortesana de Dannan, nos encontraremos con la espera, escribe Estrella:
Pregunto por un hombre que no existe.
Un extraño. Un pedazo de mar
en medio de lecho,
la tempestad en brama, él, que se convierte
en líquido torrente de mi vena
.
con la espera y el encuentro, el descubrimiento del objeto amoroso, la ensoñación y la posesión del amado, cito:
Ese hombre tiene en su cuerpo
el olor de la uva fermentada
y es mío.

Sin embargo esta posesión es de estilo caballeresco, sólo una cortesana podría decir lo que el yo poético del libro:
Él es señor de todos los hidalgos
es gloria de todas las batallas
es rey de reyes
y lo hice mío.

Después del encuentro amoroso con el extraño que deja de serlo arribaremos al jardín de las hadas, en que la ensoñación se hace parte del poemario para acercarnos a ese mundo de la bondad, donde lo generosos queda en primer término, así, en “La corte bendita”en encontraremos un canto jubiloso al amor, los deseos y las desventuras tendrán un camino de luz, las bendiciones nos muestran esa faceta de alegría que la poeta percibe y devela en versos como estos:
Abre espacio entre las multitudes que vienen al festejo
gira
baila
ríe
toma la mano del amado
lo acaricia y le dice
que se ha puesto su vestido verde
porque sabe que esta noche
la vida y él inundarán su vientre con bendiciones.

Estrella del Valle cierra La cortesana de Dannan con una serie de poemas en lo que expresa la manera de amar de muchas mujeres, la que se quda en casa en espera del amado, la que ha juntado los nombres en su piel, la que no tiene cliente una noche, la bella odiada entre las otras, la que espera y la que encuentra, la que se inicia en los placeres, una máscara de diversas caras encontramos en “La cortesana y sin embargo en estos poemas el amor abrirá sus olores y se mostrará sus alas en poemas como: “Por si el amor existe” y existe en poetas tan generosos como Estrella del Valle que le es fiel al amor.

Del Valle, Estrella. La cortesana de Dannan, Veracruz México, Instituto Veracruzano de la Cultura, 2002, pp 84.

8 de noviembre de 2006

EL MÁS CÍNICO I
Una noche, después de hacer el amor le dijo: tengo una novia, no eres tú.


El más cínico, el que es capaz de decirte fue especial, es mío aquello que vivimos, acá entre nos le digo que esa manera de decir las cosas que a cualquiera le pareciera franqueza, se agradece, pero ha lastimado con esa cualidad una y más veces, aún lejos de usted, sus palabras son bálsamo y ponzoña, parece que nos se da cuenta que detrás de esa mujer que camina sola y parece independiente, habita también la fragilidad, una fragilidad que ha ido acumulando cicatrices y sabe, no me gusta hablar sobre mojado, porque por las noches, cuando nadie me ve trapeo las lágrimas que voy dejando cada día. No, usted dejó de interesarme el día en que descubrí su cinismo, cuando sus labios se abrieron y dijeron hay otra, que sepas que mientras te hago el amor hay una mujer a la que paseo del brazo, que todos conocen, un día de estos te lo van a decir y yo, no pude decir nada, no pude decir nada porque era más el dolor que el coraje, porqué no entendía nada, porque no podía creer que usted me maltratara. Esa noche supe que usted y yo no estaríamos juntos y esa noche llore, llore por dentro sabe, porque junto a mi estaba mi abuela y mi tía y no quería que nadie descubriera mi tristeza, y la escondí hasta de sus ojos y sus vestes, la escondí tan adentro que ahora cuando sale suena a risa este reclamo y por supuesto nunca llegará a usted, porque está muy lejos, muy allende del oriente donde el sol alumbra más. Esa noche me aleje de usted con la cabeza, pero a mi corazón no le querías negar sus besos no a mi cuerpo sus noches, pero no, soy una mujer de absolutos y no me funciono eso de querer ser la comprensiva, la amante, de eso usted no tiene culpa, solo el amor, que como dicen duele, no soy la comprensiva, son una mujer de absolutos o todo o nada y cuando lo descubrí, estaba en otros brazos, no olvidando, no creo que se olvide en otros brazos, otros brazos te acarician y disfrutas, no piensas los haces tuyos, te vas con ellos. Y hoy cuando leo un poema, cuando hago poema sus palabras, sólo quiero decirle que esa noche comencé a irme y aunque tarde un rato y aunque sus palabras son como una caricia, no hay regreso, se que no se atrevería a pedirlo, o quizá su cinismo lo permita, sé también que estas palabras van al aire, como muchas palabras que yo escribo.

This page is powered by Blogger. Isn't yours?